Se dice que en los talleres antiguos de los Andes, los artesanos crearon un objeto especial para quienes buscaban la sabiduría: el Porta Lapiceros del Guardián del Conocimiento.Tallado en madera oscura, su color negro simboliza la profundidad del pensamiento, el misterio de las ideas que aún no han nacido y el silencio en el que se gesta la inspiración.
El poco barniz que lo cubre no es casualidad; representa la humildad del sabio que no necesita brillar para ser escuchado. Cada línea tallada, cada sombra, guarda la energía de las manos que lo crearon y el espíritu de quienes confían en la palabra escrita.
Dicen que quien coloca sus lápices en él, deposita también sus sueños y pensamientos, y el Guardián los cuida hasta que toman forma.Por eso, más que un objeto, este porta lapiceros es un símbolo de creatividad, paciencia y conocimiento eterno.




